Antiguo Callejón de los Caldereros, situado en la Placeta de D. Simón. Actualmente, la calle es denominada Cronista Medardo Laínez.
Desde su nacimiento hasta el siglo XIX fue "Travesía del Hospital". Allí estuvo instalado el centro benéfico del Corpus Christi. Pero en los albores del siglo XIX... un artífice italiano llegaba a Cazorla. El monorrítmico repiqueteo de sus platillos de cobre con aspiraciones de canción toscana, arrastraba tras sí una turba bulliciosa de zagales y hacía asomar a los dinteles de sus puertas a más de una comadre curiosa. Con un gran sentido musical pregonaba su mercancía:
¡ El Calderero...!.
En este callejón estableció su taller y dicen los viejos que en una epidemia murió la compañera de su vida.
Enmudeció el cobre y sólo el tañido lúgubre del martillo corría parejas con el luto de una jovencita huérfana, único fruto de aquel matrimonio. Aumentaron los achaques del italiano con el trabajo, y al volar del tiempo, un antiguo aprendiz de su tierra natal vino a ayudar al viejo "maestro".
Francesco Esquitino, que de oficial pasó, al contraer matrimonio con la hija, a dueño del negocio.
De ahí viene el nombre de Callejón de los Caldereros. Arcaico y escueto como su historia. Cerrado a todos los vientos a excepción de a los que, batiendo sus alas sobre las sienes añosas del Castillo de la Yedra, vienen a besarlo con rememoranzas históricas y acurrucarse entres sus muros cargados de verdad y olvido.
Fuente: Revista GUAD-EL-KEBIR. Artículo escrito por "Academos". Primavera del año 1.957.
que curioso que un antepasado mio lejano ,se llamara francisco esquitino.
ResponderEliminary que curioso que uno de sus hijos juan ,se enamorase de una chica de villapalacios povedillas exactamente.
si tuvieses mas datos del tal francisco me encantaria que me lo hicieses saber .
mil gracias por esta historia.