viernes, 5 de agosto de 2011

"Maestro" Rogelio Paterna Ager. Continuación II.

Siguiendo con más averiguaciones, gracias a un familiar lejano  y a uno de sus nietos, os puedo dar unos pocos datos más.
El Maestro Paterna tuvo 5 hijos. A saber: Antonio, Pepita, Amparo, Blanca y otro que siendo músico murió en un accidente de aviación.
En anteriores entradas os decía que era "aficcionado" a la música, ya que su profesión era otra. (Fue empleado del Registro de la Propiedad).
Aunque se le daba bien cualquier clase de instrumento, se convirtió en un virtuoso del Violín. Según su nieto, poseía un "Stradivarius"; para muchos, el mejor violín del mundo.

Aquí os dejo un programa del Concierto Homenaje que le rindió el pueblo de Cazorla, poco después de su muerte. Todas las obras interpretadas eran originales suyas.


Programa Concierto Homenaje al Maestro Paterna

Nota: Mi agradecimiento especial a José Ramón Ager Romero que me ha facilitado datos y el programa del mencionado Concierto que aquí os muestro.

viernes, 8 de julio de 2011

La trágica inundación en Cazorla en el año 1694.

El día 2 de Junio de 1694 fué una fecha de luto y lágrimas para los moradores de Cazorla, tal vez la desgracia colectiva más enorme que se registre en los fastos de su historia, de la historia que se puede conocer y de aquella otra que permanecerá para siempre inédita, porque nunca fué confiada a la escritura. Nos referimos a la terrible inundación ocurrida en la tarde de ese día, que tantos estragos acarreó a la población. Los mismos testigos y víctimas del suceso van a ser los que lo refieran, aunque en nombre de todos firme Baltasar del Castillo en la relación enviada al Cabildo de Toledo, solicitando ayuda y remedio. Se trata de una relación impresa, sin duda ninguna, una especie de circular que dirigieron los damnificados a aquellas personas y corporaciones de quienes podían esperar socorro. Dice así desde la cruz a la fecha:




Inscripción en la fachada del nivel alcanzado por el agua.
"Fue el dilubio año de 1694"
 


Ilustrissimo Sr: Preuenimos a V. Ilustrissima con el justo sentimiento de su noble cariño, templado con el agradecimiento a los beneficios de la Magestad Diuina que, desenvainada la espada de su justicia contra esta infeliz uilla de Caçorla, es milagro de que no sucedió en el sucesso infeliz del miércoles, dos de Junio de este año nouenta y quatro, tempora de la Santissima Trinidad, que auidendo estado todo el dia con nubes horrorosas hasta las quatro de la tarde que se juntaron con muchos truenos y relámpagos de grande espanto; abrió el cielo sus cataratas, durando lo riguroso de el diluuio poco mas de una hora, en cuyo corto tiempo obró tantas ruynas y perdidas que en lo que huuiere mundo abrá memoria de tan lastimosa tragedia, ocasionada de la fabrica en la rara y singular fundacion de esta uilla, situada en la falda de dos sierras eminentes, que la cogen las espaldas como en media luna, y en el ualle por donde ua el rio, que naze destas sierras, fabricaron una puente y sobre ella la Yglesia mayor, obra tan grande y costosa que parece compitieron los caudales con los deseos. Assimismo está fundada la plaza, casas suntuosas del Ayuntamiento y carnecerias de mucho arte y gran fabrica y todo sobre dicha puente de forma que el río entra por debaxo del Sagrario, cuerpo de toda Yglesia, plaza y carnecerias. Y con el turbión de agua referido traxo unos peñascos de tan grande magnitud que cerraron la madre al río, haziendo una antepuerta a la entrada de la bóbeda de la Yglesia y fue haziendo repressa hasta llegar a la sierra y uoluiendo a ella, rebentó con tanto ímpetu que rompió la Sacristía y inundó toda la Yglesia y por la calle del lado entró en la plaza tan alto y con tan grandes peñascos que el agua llegó a las campana de la torre y, jugando con las peñas en la plaza, donde desde el año ochenta y quatro estaua abierto un boquerón en la bobedad (que ya se aderezaua), abriéndola toda de arriba abaxo y, passando a las carnecerías y medias casas del Ayuntamiento, las deshizo y lleuó invisiblemente y, con tan grandes desahogaderos, hubo más de dos estados de alto en toda la plaza, lleuándose de un lado el pilar de la cadena y del otro, en que uiuía el Corregidor, partió las uolas del adarue de la casa. Las Religiosas Recoletas de San Joseph de la filiación de su Eminencia, que profesan clausura tan uoluntaria y ejemplar, se hizieron lenguas con las campanas tocándolas de todas manera para que las favorecieran, obligandoles a quitar las celosías de sus troneras, pidiendo con sus manos socorro. Y, estando muy cerca y a la uista el Conuento de Religiosos de la Merced (que es refugio deste pueblo), no pudieron favorecerlas por entonces, porque en tan corta distancia estaua el mar de por medio. Las Religiosas de Santa Clara abrieron su clausura solicitando algún socorro, a que acudieron el Vicario, a costa de su pena al Conuento de San Joseph, y las Justicias que pudieron y hombres principales (aunque con notable riesgo) dieron providencia en el rompimiento y desagüe que como las casas, la que libró mejor, todas quedaron inundas y toda la ropa de las Religiosas perdida. Los Padres de la Compañía se ualieron de los niños de sus Escuelas y sacaron al Santíssimo, subieron a mostrar a su Magestad por los corredores más altos el daño, implorando su misericordia, y los Religiosos de nuestro padre San Francisco padecieron de las mayores inundaciones, llenándose el Conuento de agua.

Detalle puerta lateral en calle de la Hoz.

Bueluo a la Yglesia Mayor, (escriuindo con sangre su tragedia), pues siendo de las ricas en ornamentos y plata que tenía España, no quedó el menor fragmento; solo el de auer perecido, pues tres leguas de distancia se han hallado pedazos de ornamentos, incensario, y Caliz, que la plata sola importa mas de 10.000 Ducados, los ornamentos no ay precio, quedando cincuenta Sacerdotes Seculares desnudos y sin poder celebrar una Missa con alaja propia. Las Santas Imágenes se han descubierto la mas cercana una legua; solo quedó la de Nuestra Señora de Gracia y el Santo Christo del Consuelo, que se sacó a otro día mojado hasta la mitad y herido de las piedras, ya nada es lo referido a uista de auer la Magestad de Christo Sacramentado (aunque incruento) padecido tal naufragio dentro de los dos Sagrarios y Copones, sin que aya noticia de su paradero.

Los muertos y enterrados hasta ahora sin campanas ni funeral, por no enterrar de sentimiento a los uiuos, son 64 y entre ellos el Licenciado Antonio Fernandez, Presbytero, Sacristán mayor que pereció desde la Sacristía, el Sacrisstan menor y toda su familia, mugeres preñadas, niños y destrucción de veinte molinos de harina, donde se recogió la fente, y ay quien dize que en uno solo perecieron 17 personas; no quedó sembrado, heredamiento ni huerta que de raiz no aya faltado y las puentes todas del río, de forma que esta imposibilitando el comercio de la mitad del Lugar con la que la otra mitad y todo de que se le assista de afuera. Acrécese la falta de pan por no auer moliendas, falta de casas, pues hasta los zaguanes de las menos malas están familias acogidas y en el castillo, que su Eminencia mandó reparar, se hallan mas de 500 personas.

Y siendo tan horrorosa la tarde, la siguiente fue mayor por suceder otra nube tan peligrosa que, a poder conjuros y rogativas, descargó su ira encima de la sierra y con la bertiente que cae a la uilla se admiraua el uer bxar el agua de color de sangre encendida. Aquí fue los alaridos de que los montes estauan sobre nosotros, negándose al consuelo y desesperados de contrictos, les ha de costar a muchos la uida este susto.

Referir los portentos particulares es imposible, porque esta carta solo es señalar parte de lo que sucedió, pues aun la uista no lo cree, cuyas noticias participamos a Vuestra Ilustrissima, a quien suplicamos pida a su Magestad Diuina se apiade de nosotros y guarde a Uestra Ilustrissima de semejantes conflictos, dándole muy buenos sucesos y que nos dé fuerças para uer restaurado este Templo en su primitiva Fábrica y adorno con joya tan rica de la uiniuersal Yglesia. Cazorla y Junio, 13 de 1694.



Balthasar del Castillo.



Illmo. Sr.



Parte posterior de la Iglesia



La precedente relación fué leída en la reunión capitular del 25 de Junio y se envió un lote de ornamentos y ajuar litúrgico para remediar la extrema pobreza, en que la Villa se encontraba; días después, el 9 de Julio, se acordó enviar seis cálices de plata, seis casullas de damasco (dos blancas, dos encarnadas y dos negras), seis albas, seis amitos, seis cíngulos y seis bolsas de los corporales.

Relación impresa de los estragos producidos en Cazorla por la inundación del 2 de Junio de 1694. CT., Arch., n. 36.

lunes, 27 de junio de 2011

Botella de gaseosa "La Cazorleña".

Antigua botella de gaseosa "La Cazorleña", allá por el año 1.960.
La fábrica estaba a nombre de Antonia Cabrerizo Martínez, la que hoy es viuda de Agustín García (conocido como "Agustín el poceño").




A parte de la fabricación de gaseosas, también se elaboraba el típico sifón y otros jarabes.

jueves, 16 de junio de 2011

Casa Marcelino "Tejidos Sánchez". Cazorla en el pasado.

Toda una institución en los comercios de la Plaza de la Corredera desde 1955, fecha de su inauguración.


Puerta del comercio en la Pza. Corredera nº 5.


Los primeros aparatos de radio, los primeros televisores, los primeros electrodomésticos... sin olvidarnos de un gran surtido en telas, tejidos y muebles.



Detalle de aparatos de radio.

¿Quién de los cazorleños de mi generación no compró en su día los "Long Play" y "Singles" de vinilo, con las últimas novedades musicales?



 
Día de la inauguración del comercio.


1.- José Sánchez Pérez, hijo del fundador del comercio.
2.- Marcelino Sánchez Parra, fundador del comercio.
3.- José Lorente Ruiz, alcalde de Cazorla.
4.- Inocencio Almirón Ruiz, propietario del local.
Los personajes que figuran con una interrogación no he podido identificarlos.


 
Detalle de la bendición del local.



La bendición del local corrió a cargo del entonces Párroco de Cazorla, D. Mauro Viñé Moneo, pocos años antes de su marcha del pueblo.




Detalle del escaparate y puerta de acceso.


Recuerdo a la cajera, rubia con el pelo corto. Creo que se llamaba o le decían "Gini", así como la ubicación de la caja, que estaba entrando a la izquierda, al lado del mostrador.
También recuerdo a Pepe Galdón, otro empleado encargado de la atención al público.



 
Detalle del escaparate.


El último empleado ha sido Manolo, jubilado recientemente.

Actualmente se hace cargo del comercio (dedicado a la venta de electrodomésticos) un nieto de su fundador: Alberto Sánchez.
Agradezco a éste último la generosidad y amabilidad que me ha prestado para la elaboración de esta entrada, así como la cesión de las fotografías que en la misma os muestro.

miércoles, 8 de junio de 2011

"Maestro" Rogelio Paterna Ager. Continuación...

He seguido investigando, y aunque no he conseguido todo lo que pretendía, al menos os muestro una foto del "Maestro" con las dos Bandas Municipales que existían allá por 1918 conocidas como "La Vieja" y "La Nueva o Infantil", atendiendo a las fechas de sus respectivas fundaciones y a la edad de sus componentes.
El Maestro Paterna aparece con un círculo rojo alrededor de su cabeza.




Así mismo, os muestro la composición que horas antes de su muerte realizó, titulada "Plegaria al Santísimo Cristo del Consuelo", como os contaba en la entrada anterior.




Seguiré buscando más datos.

Fuente: Revista Guad-El-Kebir.

domingo, 29 de mayo de 2011

Música Cazorleña. Compositor: "Maestro" Rogelio Paterna Ager. Cazorla en el pasado.


Poco he podido averiguar sobre este aficcionado y a la vez famoso músico cazorleño Rogelio Paterna Ager, pero valgan unos pequeños apuntes:
Fue director de una de las dos bandas de música que hubo en su tiempo. (La otra banda fue dirigida por el también músico conocido como Juan "el zapatero").
A parte de ser un virtuoso con todos los instrumentos, se dedicaba a poner música entre otros, al también aficcionado poeta Florencio Gómez, de cuyos versos dejo la anterior imagen de la partitura, y del que era íntimo amigo.
Entre sus composiciones destaca el "Himno de Cazorla", con letra de Florencio Gómez.
Ya, postrado en el lecho del dolor y horas antes de su muerte, tuvo su última inspiración al componer la "Plegaria al Cristo del Consuelo" de Cazorla.
Murió muy joven, en la década  de los cuarenta, de un mal que en aquel entonces era conocido como "dolor del miserere". (En la actualidad, se correspondería con una apendicitis).
Con motivo del 10º aniversario de la inauguración del Conservatorio Elemental de Música de Cazorla, se decide poner al Centro el nombre de "Maestro Paterna".

Seguiré investigando...

viernes, 27 de mayo de 2011

Leyenda Cazorleña. "Los fantasmas del Santo Cristo" escrita por el Licenciado Pedriza.

Calle Cantarranas en la actualidad




"LOS FANTASMAS DEL SANTO CRISTO"

I

  Era Don Máximo Orduña
el Alcalde de Cazorla,
estudió en Salamanca,
honra y prez de la toga,
el birrete que le cubre
termina en dorada borla
y ciñe espada en el cinto,
que es honor que el Rey le otorga,
escudo sobre la puerta
tiene el palacio que mora
y sobre su pecho lleva
de Santiago la cruz roja.

II

Una hija bella y casta
tenía el noble señor,
llamada doña Dolores
cual su madre que murió;
cien caballeros desean
conquistar el corazón
de la inocente gacela,
pero con baja intención,
más piensan en los doblones
que la señora heredó
a la muerte de su madre,
que en su seno la guarde Dios,
que en el noble cariño
que sabe ofrendar amor,
pero ella a ninguno quiere
entregar su corazón,
que es fuerte y no se rinde
a una liviana pasión;
a todos, muy cortestemente
anuncia su decisión.
Enfurecidos los mozos
al ver rota su ilusión,
creyéndose mal preciados,
le juran venganza atroz,
más a ninguna amenaza
doña Dolores cedió.

III

Un galán apuesto y joven
a Cazorla llegó un día,
cabalga brioso alazán
con espolique de guía,
dijo llamarse Fernando
de Sandoval y Barcinas,
ser oriundo de Toledo
y que de Baeza venía,
llamábase fijodalgo,
porte de noble tenía,
alto cuerpo, finas manos
y bella fisonomía,
decir sereno y cortés,
pero de gran energía
-por órdenes se tomaran
los favores que pedía-
y un mirar tan imperioso
que a quien miraba aturdía.

IV

Era el mes de las flores
una serena mañana,
paseaba don Fernando
por las calles solitarias
del Cristo de la Piedad,
La Tejera y Cantarranas,
cuando le cayó a su lado
un ramo de flores granas;
luego de coger el ramo
quiso ver quien lo arrojara,
miró hacia arriba y vió,
asomada en una tapia
de un jardín allí cercano,
una lindísima dama,
que estaba tanto más bella
cuanto más ruborizada,
quien azorada y cortés
de esta manera le hablaba:
"Perdonad, noble señor,
cuando vos por ahí pasaba
callóseme aqueste ramo
que a poco os molestara"
"No he de perdonar, señora,
-dijo Fernando a la dama-,
pues estas flores me brindan
la ocasión tan esperada
de poderos conocer,
que es honor que tanto ansiaba;
de su belleza, señora,
era tan grande la fama
que, teniéndoos por bella,
creíala exagerada;
pero confieso mi error,
sois más bella que os declaman".
"Galante sois, caballero,
y por ello os doy las gracias,
mas... devolvedme las flores...
mi padre me espera en casa".
"Tomad las flores, señora...
permitidme que os rogara
quedarme con una de ellas,
recuerdo de esta mañana,
que guardaré cual si fuera
mi reliquia más preciada".
"Escogedla, caballero,
pero es recuerdo que pasa
aquel que sólo mantiene
una rosa ya cortada..."
Hablando de esta manera
la entrevista se alargara
y cuando se despidieron
con "adiós, hasta mañana"
él marchose ilusionado
y ella quedó enamorada.

V

Despues de aquella mañana
todos los días pasaron
feliz y rápidamente
para los enamorados,
y bien pronto en el pueblo
los amores comentaron
del fidalgo Sandoval
y la hija de don Máximo,
y las viejas celestinas
mucho del asunto hablaron,
tejiendo cien mil historias
de la vida de don Fernando:
lo mismo decían que era
del Rey un hijo bastardo,
que le ponían la cruz
por creerlo endemoniado
y sólo estaban conforme
en que había de ser trágico
el final de los amores
de Dolores y Fernando.
De todos estos rumores
toman tan sólo lo malo
los distintos pretendientes
por la dama despreciados,
y con perversa intención
hasta el alcalde llegaron,
y, en amigables coloquios,
mil intrigas le contaron:
le dijeron que su honra
peligraba por Fernando,
persona vil y bellaca,
que dinero iba buscando
y que engañar a Dolores
sólo quiere el desalmado,
para vender su silencio
por precio bien elevado.
Con estas y otras historias
al buen viejo engañaron.

VI

Son al filo de las doce
de una noche de invierno,
torrencial cae la lluvia
y silva con furia el viento,
a la luz de los relámpagos
sigue el ruído del trueno.
Del palacio del de Orduña
en una reja, muy quedo
hablan los enamorados,
entre suspiros y besos.
En este coloquio estaban
cuando por el otro extremo
de la calle Cantarranas
aparece el farolero,
que alumbrando va a la ronda,
que de noche guarda el pueblo.
Es de esta ronda el Alcalde
quien se adelanta primero
y, cerca ya de la reja,
desenvainando el acero,
"bellaco-dice a Fernando-,
está a defenderte presto
si no quieres que te mate
cual mereces, como un perro"
Don Fernando que conoce
por la voz al noble viejo
y que ignoraba las causas
de todos los improperios,
quedóse desconcertado;
mas, tomándolo por miedo,
el de Orduña va y le cruza
el rostro con el acero;
y al sentirse deshonrado,
con arranque de león fiero,
saca Fernando la espada
y se inicia un negro duelo,
mientras la dama en la reja
lloraba su desconsuelo.
Ambos manejan la espada
como nobles caballeros
y el duelo se continúa,
hasta que por fin el viejo
atraviesa a su rival
de una estocada en el pecho,
el que, al sentirse morir,
saca de una bolsa un pliego
y lanza el último aye
cuando intentaba romperlo.
Coge el de Orduña el papel
y alúmbrale el farolero,
mas luego que lo hubo leído
quedóse convulso y trémulo:
orden privada del Rey
al gran Duque de Soteros,
persona de su confianza,
sobre un asunto secreto,
y en la cual se condenaban
a muerte a todos aquellos
que, sin la real voluntad,
llegasen a conocerlo.
No bien el de Orduña supo
lo escrito en el blanco pliego
cuando lo rompe en pedazos
y quema los trozos luego,
y asiendo después la espada
clavóla entera en su pecho
sin que impedirlo pudieran
ni alguaciles ni serenos.
Al verlo doña Dolores,
desmayada cayó al suelo,
y aunque acudieron a ella
y avisaron al galeno
era inútil su servicio,
de la impresión había muerto.

VII

Desde entonces en el pueblo,
la noche de Santa Bárbara,
en que se cumplen los años
de aquella escena tan trágica,
cuando el reloj de la torre
da las doce campanadas,
tres fantasmas aparecen
en la calle Cantarranas:
el uno lleva un papel,
y el otro empuña una espada
y el otro trae en la mano
un ramo de flores grana.
Son de aquellos desgraciados
sus ánimas condenadas,
que imploran un Padrenuestro
al que por allí pasara.


La Leyenda "Los fantasmas del Santo Cristo" fue premiada en el Certamen Literario celebrado en Cazorla, con motivo de las Fiestas de Septiembre de 1950. De ella se hizo entonces una reducidísima primera edición.




Placa de la calle en la actualidad